Asi fue como comenzo mi vida. Ya no era la chica del salon llamada Athena que era una rebelde. Ahora era la chica llamada Athena con memoria fotografica y super inteligencia. Me gustaba pensar acerca de mi de esa manera, que fuera especial. Recordaba aquel primer dia con euforia.
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Habia salido de la oficina de Ms Lucy sin mirar atras, sin preocuarme siquiera en avisar a mis amigas. Estaba en la gloria. Lo que habia esperado tanto era realidad. Corri por todo el corredor hasta llegar al patio que lo atraveze a toda velocidad. No percate del silencio que mi llegada trajo consigo hasta que comenzaron los murmullos. El patio era muy grande.
Llegue a la entrada y le dije a Jenny la portera que me abriera. Hubiera protestado pero vio mi cara de felicidad y lo hizo sin rechistar. Sali corriendo hacia la avenida. No tenia las ganas de esperar a que llegara el camion que me llevaria a casa.
Llegue corriendo a las afueras de la ciudad. Cualquiera pensaria que estaba cansada, lo estaba, solo que traia la adrenalina al tope. No podia parar, entre a el pequeño conjunto de casas de 2 cuartos. Entre en la numero 33. Recorde con ironia que cuando era mas pequeña siempre decia que cuando fuera grande toda la gente conoceria mi casa y se haria un museo. Solte una carcajada justo cuando entraba en la cocina.
- ¿Quien anda ahi?¿Eres tu Athena?
- Quien mas mamá- conteste burlona
- Hija, pero es muy temprano.
- lo se, pero es que tenia que decirte algo muy importante.
- ¿Otra vez pusiste una chinchilla en la silla de la srita. Finnigan?- contesto suspirando - A esto venia todos los dias. Pero no mas ahora seria una buena estudiante. La mejor.
- No mamá, tengo buenas noticias
- La maestra se va a ir- ya me encargaria yo de que se acabara esta mala fama
- No mamá me mandaron esta circular. Le entregue una hoja donde se indicaba mi condicion y de que tenia que hacer un examen en la capital. Espere a su reaccion.
- Hija, ¿tienes idea de a cuanto nos va a salir esto?
- ¿Estas hablando de dinero?¿Eso es todo para ti?
- Tenemos que ver por los demas
- Ve por mi una vez- dije sollozando. Esto era un problema. Mi mamá estaba endeudada hasta los codos desde que papá habia muerto. Sali corriendo de la casa, tenia que ir a pensar claramente. Estos sentimientos asesinos no eran comunes en mi. Corri hasta que me canse, me adentre en el bosque y vi un pequeño claro en el que entraba el sol.
Me detuve ahi a pensar. La belleza del lugar me distrajo por un momento. El lugar estaba cubierto de margaritas, era completamente circular. El sol no podia escapar de este lugar, era un lugar secreto para mi. Escondida en el bosque, fuera de cualquier contacto con la civilizacion me sentia feliz. Comenze a reir histericamente. Recorde en uno de mis ratos de comprension durante mi locura lo cerca que habia estado de salir de aqui, donde nada nunca sucedia. Recorde un mensaje que habia visto en una carretera durante los pocos viajes que habia hecho con papá. Decia: "lo que facil viene, facil se va".
No podia dejarlo ir. Todo se me escurria por las manos: la vida de papá, las buenas oportunidades como esta y sobretodo mi vida. No habia hecho nada con ella.
Suspire, tranquilizandome. Un pensamiento prohibido me habia asaltado:
La culpa. Mi padre. Si no le hubiera pedido que me llevara a aquel estupido concierto todavia estaria vivo. Lo ultimo que habia escuchado de el habia sido:
-Iras tan lejos como tu quieras.- me lo habia dicho con la ultima sonrisa que le habia visto despues de avisarle que seria cantante de rock.
¡Eso era! Iria tan lejos como yo quisiera, y ya que iba tan lejos sería mejor que fuera sola.
